SALUD DE LOS REFUGIADOS

La sanidad y la salud de los refugiados son pilares fundamentales del trabajo de la Agencia. UNRWA ofrece servicios básicos de salud y es responsable de proporcionar un entorno de vida saludable para los refugiados de Palestina. La red de centros de atención primaria y clínicas móviles de la Agencia constituye la base de sus servicios de atención preventiva, medicina general y especializada, adaptándose a cada etapa de la vida.

 

Atender a más de 5 millones de personas distribuidas en 5 áreas geográficas, con 143 centros de salud y un personal sanitario de más de 3.000 personas, es un reto diario para UNRWA

CONSERVAR TODO LO AVANZADO

Durante más de siete décadas, UNRWA ha mejorado de manera significativa la salud de los refugiados. Las enfermedades prevenibles con vacunas y otras afecciones contagiosas han sido prácticamente erradicadas, y la mortalidad neonatal, infantil y materna han disminuido en gran medida. Actualmente, 145.000 mujeres refugiadas siguen recibiendo atención prenatal.

A pesar de estos éxitos, existen desafíos permanentes como consecuencia de la activación del conflicto, especialmente en Siria, Líbano y el territorio Palestino ocupado. El número de refugiados aumenta, y también los casos de enfermedades no contagiosas como hipertensión, diabetes, obesidad o cáncer. Esta situación se traduce inevitablemente en un incremento constante de los costes globales sanitarios.

APOYO PSICOLÓGICO A LA INFANCIA EN GAZA

En la franja de Gaza, las agresiones armadas son una constante desde hace décadas. Por un lado, están las ofensivas israelíes que se suceden con regularidad y con una violencia devastadora, como en el caso de la operación ‘Margen Protector’ desplegada en 2014. Por otro lado, están los enfrentamientos internos entre facciones armadas.

El hecho de vivir bajo la amenaza de los bombardeos, en un constante clima de violencia, unido al sentimiento de incertidumbre sobre el futuro, han hecho que la vida de la población civil en la zona se haya visto alterada seriamente. La necesidad de recibir servicios de atención psicológica especializada en traumas derivados del estrés del conflicto, ha aumentado de forma dramática en los últimos años. Y el impacto psicoemocional es especialmente duro para los niños y niñas en edad escolar.

La población infantil es el colectivo más vulnerable y más duramente golpeado por las agresiones armadas. Sufren altísimos niveles de estrés físico y psicológico, causados por las consecuencias de una violencia continuada: destrucción de sus hogares, desplazamientos masivos de personas, muerte de familiares… una realidad devastadora para el equilibrio emocional de los más pequeños.