Los repetidos conflictos en Gaza han dejado un impacto imborrable en el bienestar psicológico, social y emocional de toda la población palestina que vive en el enclave costero, incluidas las personas refugiadas de Palestina.
Las cicatrices causadas por esta violencia pueden tener efectos agudos a corto y largo plazo en la salud mental de quienes sobreviven a la violencia extrema. Esto afecta en gran medida a los niños y niñas, y también a sus docentes.
Ahmed Thabet, uno de los especialistas del Programa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial de UNRWA, explica que «el reciente conflicto ha dejado un impacto psicológico devastador en toda la población de la franja de Gaza, incluidos docentes y estudiantes. Muchos han perdido a un familiar o amigos o incluso su hogar. Además, el efecto del miedo a los bombardeos indiscriminados causó un gran impacto psicológico».
Tras la última escalada de violencia, que dejó 256 palestinos muertos en Gaza, organizamos varios talleres para proporcionar a las profesoras y profesores de UNRWA los mecanismos de afrontamiento que necesitan para procesar el trauma de los múltiples ciclos de violencia que han vivido y capacitarlos para ser agentes de apoyo y recuperación para miles de estudiantes de UNRWA a quienes enseñan cada día.
«Los profesores de Gaza han sobrevivido a algunos de los momentos más estresantes y agónicos. Necesitan un espacio seguro para aprender a verbalizar adecuadamente su miedo, su ansiedad y sus problemas. Con estas actividades, intentamos mitigar el impacto psicológico del reciente conflicto en el personal. Cuidar del personal de UNRWA es el primer paso vital para apoyar a la población refugiada en general», explica Iyad Zaqout, Jefe de la unidad de salud mental del Programa de Educación.
Desde UNRWA estamos trabajando para atender las necesidades de los alumnos y alumnas refugiadas de Palestina, a través de estos talleres y también con intervenciones directas. El apoyo psicosocial a través de los campamentos de verano contribuye a su bienestar físico y mental. Este año, un total de 150.000 estudiantes participarán en las actividades de verano en julio y agosto.