29N DÍA INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO
RAFAH, SUR DE GAZA
Un convoy de camiones ha entregado ayuda muy necesaria a los refugios de la UNRWA en el norte de la franja de Gaza. El convoy de seis camiones llegó a Jabalia el 27 de noviembre, una zona que había estado aislada de la asistencia durante casi 50 días.
“El nivel de los daños es inmenso. Es desgarrador”, explica Thomas White, jefe de UNRWA en Gaza. “Los edificios están partidos por la mitad. Un amasijo de hierro retorcido y placas de hierro por todas partes. Mientras conducíamos por la ciudad de Gaza parecía una ciudad fantasma; todas las calles estaban desiertas. El impacto de los intensos ataques aéreos y los bombardeos es muy visible. Las carreteras están plagadas de cráteres, lo que complica la entrega de ayuda”.
Más del 70% de la población de la franja de Gaza ha sido desplazada por la guerra. Más de un millón de personas se encuentran ahora en refugios de la UNRWA, incluidas casi 100.000 personas en 50 refugios en el norte.
“Durante la pausa, la gente sigue desplazándose hacia el sur. Debido a las fuertes lluvias, hemos visto personas cubiertas de barro, cargando lo que pueden. Una joven madre caminaba por la cuneta con sus dos hijas pequeñas, ambas llorando. Una de las chicas sostenía uno de sus zapatos embarrados. Hemos visto hombres jóvenes, mujeres, niños, ancianos. A algunas personas las llevaban en sillas de ruedas”, añadió White.
Los equipos de UNRWA en Jabalia se han quedado en el norte para servir a sus comunidades. Estos miembros del personal de UNRWA han mantenido abiertas las clínicas de salud, los pozos de agua en funcionamiento y han estado brindando servicios a las personas desplazadas que se refugian en las instalaciones de UNRWA.
“Hay algunas historias de nuestros valientes compañeros que se han quedado y servido a sus comunidades en el norte de Gaza. Un jefe de servicios sanitarios de UNRWA, a pesar del dolor indescriptible por la muerte de su esposa e hija, trabaja todos los días para brindar servicios esenciales a la comunidad”, explica White.
Desde que comenzó la pausa, UNRWA ha prestado asistencia a varios refugios Agencia en el norte. Esto incluía suministros médicos, alimentos listos para el consumo, harina de trigo, agua embotellada, tiendas de campaña y mantas.
“Muchas familias permanecen en sus casas dañadas por la guerra, el único lugar al que llaman hogar. Nos dijeron que tenían miedo de emprender el viaje hacia el sur y vivir las depravaciones del desplazamiento en otra parte de la franja de Gaza que no se ha librado de la guerra”, concluyó White.
UNRWA pide que la pausa se convierta en un alto el fuego humanitario total para dar un respiro a la gente y permitir que la ayuda humanitaria y los bienes comerciales fluyan sin interrupción.