Los residentes palestinos que necesitan atención médica fuera de su zona de residencia requieren un permiso de salida del Gobierno de Israel. Este es el principal problema para los ciudadanos de Cisjordania y Gaza, que a menudo son remitidos para recibir tratamiento a Jerusalén Este, donde están los hospitales palestinos más avanzados. Los pacientes de Gaza, además del permiso para ir hasta Jerusalén este, deben hacer un largo viaje para recibir la atención médica o el tratamiento que necesitan.
En el último año, en Cisjordania se solicitaron 87.000 permisos para pacientes, de los cuales un 15% fueron denegados. El 19% de las solicitudes eran de menores. Además, el 93% de los traslados en ambulancia a Jerusalén Este fueron retrasados por controles israelíes.
Las restricciones sanitarias y de movilidad de los palestinos y palestinas influyen especialmente en aquellas personas que viven en el área C y la zona de separación, la zona bajo control total de Israel en Cisjordania, ya que dependen del acceso precario de clínicas móviles para recibir sus tratamientos.
Por otra parte, en Gaza, de las 20.925 solicitudes de permisos israelíes para tratamiento sanitario fuera de la Franja, un 33% fueron denegadas o retrasadas. Cabe destacar que, del total de solicitudes, un 35% correspondían con pacientes de cáncer, una enfermedad donde el tiempo es clave y la denegación o el retraso del permiso puede ser cuestión de vida o muerte.
Los permisos no son el único problema entorno a la sanidad en Palestina. Según la Organización Mundial de la Salud, en el último mes se ha producido un aumento significativo de ataques a la atención médica palestina en Cisjordania por parte de las fuerzas israelíes y los colonos.
En los primeros meses de 2023, se produjeron incidentes relacionados con la obstrucción de la prestación de atención médica, actos de violencia física hacia personal médico y ataques con munición real. Además, 42 ambulancias fueron retenidas y no pudieron brindar primeros auxilios ni evacuar personas heridas, que posteriormente fallecieron.
Además de los retrasos en los permisos y los ataques, el sistema sanitario palestino sufre las limitaciones asociadas a los países más pobres. Hay escasez de material que puede ser importado desde otros países, como equipos de radioterapia o materias primas para construir o mantener las instalaciones hospitalarias o centros de salud. Gaza sufre especialmente las limitaciones debido al bloqueo que le impone Israel desde hace décadas.
El resultado de todos estos factores es el aumento de la mortalidad en pacientes de enfermedades que podrían haberse evitado si hubieran sido tratados a tiempo con los recursos necesarios.