En la tarde del 31 de agosto de 2021, siete niños refugiados de Palestina de entre 10 y 14 años estaban jugando en el campamento Ein el Tal, en Alepo, muy dañado por el conflicto, cuando un resto explosivo de guerra explotó. Seis niños fueron alcanzados por metralla, hiriendo a tres de ellos levemente y a tres de gravedad. Todos ellos sufren traumas psicológicos como resultado del trágico incidente.

El personal de salud de emergencias de UNRWA, que operaba en el campamento de Ein el Tal en ese momento, pudo auxiliar a los niños de inmediato antes de que fueran trasladados a un hospital en la ciudad de Alepo. Cuatro de ellos fueron dados de alta el mismo día, mientras que los otros tres continúan hospitalizados. Uno de ellos, de 12 años, permanece en situación crítica.

En UNRWA estamos entristecidas y consternadas por este trágico y violento incidente que ha afectado a niños refugiados de Palestina y a las familias que viven en el campamento de Ein el Tal, así como a quienes deseaban regresar.

Destacamos una vez más el peligro de los remanentes explosivos de guerra para los civiles y la urgente necesidad de marcar y despejar, retirar o destruir esos restos en las zonas a las que están regresando las personas.

En la organización damos prioridad a la sensibilización sobre el riesgo de estos restos en las escuelas y dentro de las comunidades, especialmente en la población que vive en los campamentos de Ein el Tal, Yarmouk y Dera’a, lugares muy afectados.