CAMPOS DE REFUGIADOS EN SIRIA
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SIRIA, EL REFUGIO IMPOSIBLE
Tras 8 años de guerra en Siria, los civiles siguen sufriendo las consecuencias del brutal conflicto. A falta de una solución política definitiva, la violencia intensa y generalizada ha causado miles de muertos y heridos. El número de desplazados internos es ingente, al igual que las necesidades humanitarias.
La población refugiada de Palestina está entre las más vulnerables del conflicto. De los aproximadamente 438.000 refugiados de Palestina que quedan dentro de Siria, más del 95% necesitan asistencia humanitaria continuada para sobrevivir.
La mayoría de los refugiados que huyeron de Palestina a Siria en 1948 provenían del norte de la región, principalmente de Safad, Haifa y Jaffa. Empujados por la ocupación israelí de los Altos del Golán, 100.000 personas más cruzaron la frontera, entre las que se contaban numerosos refugiados de Palestina. La guerra de Líbano en 1982 también provocó un éxodo de personas que se desplazaron hacia Siria.
Ahora, la población refugiada de Palestina en Siria se enfrenta a un nuevo desplazamiento. Casi 254.000 han tenido que huir de sus hogares y se encuentran desplazados dentro del país, y se calcula que 13.500 están atrapados en zonas de difícil acceso a las que el acceso humanitario sigue siendo un desafío.
ECONOMÍA DE GUERRA
El conflicto armado que sacude al país desde 2011 ha afectado gravemente a la economía: el desplome de la moneda, la inflación galopante o la reducción de oportunidades laborales han causado un gran impacto en la vida de la población refugiada Palestina.
UNRWA, como agencia responsable de su bienestar, está realizando enormes esfuerzos para proporcionarles medios de vida sostenibles. La Agencia gestiona uno de los mayores programas de asistencia en efectivo del mundo en un contexto de conflicto activo y proporciona asistencia en efectivo a más de 400.000 refugiados y refugiadas de Palestina para que puedan cubrir sus necesidades básicas, incluidos los alimentos, productos de primera necesidad y refugio.
UNRWA, LA OPERACIÓN MÁS GRANDE DE LA ONU EN SIRIA
A pesar de los desafíos, UNRWA ha mantenido su apoyo a la protección, la salud, educación, formación, microcréditos, apoyo a los jóvenes profesionales y servicios sociales, adaptándolos a unas circunstancias limitadas por la guerra y utilizando su amplia red de personal, instalaciones y recursos. UNRWA gestiona 103 escuelas que han seguido funcionando, frente a las 118 antes de la crisis. En total, a estas escuelas asisten más de 50.000 estudiantes
En ellas se imparte el plan de estudios del Ministerio sirio de Educación, para garantizar que la formación que recibe el alumnado sea similar a la de los estudiantes sirios. UNRWA también tiene en funcionamiento un centro de formación profesional en Damasco, que prepara a jóvenes para un futuro empleo, adquiriendo las habilidades necesarias para desempeñar varias profesiones.
En cuanto a los servicios de salud, la Agencia cuenta con una red de 26 centros de atención primaria que ofrecen, entre otras prestaciones, atención prenatal para las mujeres embarazadas y sus bebés, además de servicios de salud ambiental dentro de los campamentos.
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SERVICIOS SOCIALES Y MICROCRÉDITOS
Una parte importante de la labor de UNRWA en Siria, es la prestación de servicios sociales dirigidos especialmente a los colectivos más vulnerables de la población refugiada: jóvenes, mujeres, ancianos, discapacitados y los más necesitados económicamente.
Por otra parte, UNRWA cuenta con un programa de microfinanzas que desde su creación viene concediendo préstamos a pequeños empresarios y personas que desean iniciar un negocio, pero que no pueden acceder un préstamo bancario. El éxito de este programa ha hecho que se extienda rápidamente. Con la apertura de una nueva oficina abierta en Alepo, la Agencia suma cinco oficinas de microfinanzas en Siria.
